“Todos somos uma obra de arte única, o chato é que todos sejamos o mesmo. Queremos direitos iguais, mas não queremos ser iguais”, declarou a cantora Daniela Mercury que divulgou um videoclipe para a música “Maria Casaria”, como parte da campanha “Livres & Iguais”, da ONU (Organização das Nações Unidas), em prol da igualdade de direitos para os homossexuais.
Lançado em Nova York, em um evento que discute o avanço dos diretos da comunidade LGBTI (lésbicas, gays, bissexuais, pessoas trans e intersex) na América Latina, o vídeo traz imagens da cerimônia de casamento da cantora e a companheira, a jornalista Malu Verçosa, celebrada em 2013.
As duas posaram para foto com o secretário-geral da ONU, Ban Ki-moon, na sede da ONU. Recentemente, elas ganharam da organização o título simbólico de “campeãs da igualdade”.
En Dólares de arena, los directores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas exploran las relaciones de amor y conveniencias entre una joven dominicana y una madura y europea interpretada por Geraldine Chaplin quien tras una vida frente a las cámaras, encarna su primer papel lésbico.
Por Alejando Dramis
—
Lejos de su Francia natal y de su familia, en busca de nuevos amores y aventuras en tierras caribeñas, Anne, una mujer retirada, se encuentra perdidamente enamorada de Noelí, una acompañante local que entabla con ella desde hace tres años una relación compleja y misteriosa, construida sobre una frágil y ambigua dialéctica que oscila entre los deseos y los negocios, los sentimientos mutuos y el dinero, proyecciones a futuro y un presente efímero y desconcertante. Localizada en un pueblo paradisíaco de República Dominicana, el vínculo entre ambas se convierte en un triángulo complejo por la omnipresencia del novio de Noelí, asociado a ella en la necesaria búsqueda de dinero, en una región en la que sobrevivir parece ser el leit motiv de sus habitantes. Profundamente poética, destructora de lugares comunes, minimalista y magistralmente protagonizada por Geraldine Chaplin, Dólares de arena retrata a rienda suelta los deseos de una mujer madura y la aceptación optimista del paso del tiempo, de los cambios corporales y, sobre todo, de la sexualidad y el erotismo de quien decide aumentar y rejuvenecer su curiosidad por el amor, las relaciones afectivas y carnales con el transcurso de los años. En una zona repleta de extranjeros adinerados y de jóvenes en busca de medios de subsistencia, en la cual se construyen a diario novedosas formas de relacionarse que escapan a cualquier etiqueta posible, el cine dominicano supo encontrar un escenario en el cual las experiencias locales se convierten en un valioso material de trabajo, porque tal como lo cuentan sus directores Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas en diálogo exclusivo con SOY, en la isla “hay muchas historias para contar, pero aún muy pocas películas que lo hagan”.
El film se basa en la novela homónima de Jean-Noël Pancrazi, quien narra su enamoramiento con un chico más joven en la misma región. ¿Cómo decidieron transformar la historia original en una relación entre mujeres?
Laura: –En la zona en la que transcurre la película hay una comunidad bastante particular de extranjeros, que llegan primero como turistas y luego se quedan a vivir, y nos interesaba explorar por ahí. Dimos con la novela de Pancrazi, que había sido turista, se había enamorado y escribió una novela autobiográfica. Al principio hicimos una adaptación muy literal del guión, en el cual él se enamora de un chico dominicano y el chico no se sabe realmente si está enamorado.
Israel: –Por entonces no sentíamos el guión como algo propio y en todo el proceso de adaptación del libro siempre había algo que no nos terminaba de cuajar. Convocamos a Geraldine Chaplin para el papel del personaje de una mujer italiana, que en la novela le da celos al protagonista porque coquetea con el chico, hasta que en un momento nos dijimos: “Tenemos a Geraldine, que está aquí y está muy entusiasmada, y tenemos un guión que todavía no lo sentimos tan nuestro, vamos a pensar en Geraldine como una posibilidad para el rol principal”. Entonces cambiamos a mujeres para los roles principales y ahí empezó a cuajar.
A partir de ese cambio de género, ¿cómo trabajaron la relación entre ellas ya sin contar con el soporte de la novela?
L: –Era de cierta manera diferente que la relación hombre-hombre, pero había algo que manteníamos, que era ese mundo difuso entre saber si realmente hay amor o no, si esa persona está con ella por cariño, o afecto, o por compañía simplemente. Ves la película y realmente te cuestionas si ellas tienen relaciones sexuales, porque hay una búsqueda de otra cosa, de una persona muy solitaria que necesita de afecto y compañía, y eso no cambió tanto. Siempre tuvimos muy claro que queríamos retratar la relación con cierto pudor, no provocar.
¿Por qué con “cierto pudor”?
I: –No nos hacía falta tener una escena de sexo explícito. La película no va de relaciones sexuales, sino más bien de relaciones humanas. Creo que era más importante eso, queríamos explorar otras cosas. Hubo algo también con respecto al cambio de género, porque cuando hablábamos de una película entre este hombre que va con esa relación del mototaxi en Dominicana, inmediatamente nos decían “esta va a ser una película gay” y ya. Se encasillaba, se catalogaba y listo: cine gay, perfecto. Y al momento de cambiarle el género la parte gaylésbica pasaba a un plano menos prioritario, y la prioridad ahora eran las relaciones, y también la relación particular entre ellas, que tiene una sensación maternal, algo que no sucedía con la relación entre hombres, que era más dura.
¿Cómo se construyen las relaciones entre lxs jóvenes locales y lxs extranjerxs en la isla?
I: –Mucha gente nos decía que ésta es también una película sobre turismo sexual y prostitución, y nuestra idea era precisamente profundizar sobre eso para ver que no se pueden catalogar a estas relaciones así, porque hay relaciones de todo tipo. Están las de prostitución, yo te pago y pasamos la noche y listo, hasta otros casos bastante comunes que son: yo llego, sabemos que somos muy diferentes, tratamos de llevar adelante una relación y al final pasan los años y sientes. Y hay relación y hay amor. Decir que porque puede haber dinero de por medio todas esas relaciones son “turismo sexual” es muy fuerte. La película busca ver las cosas de maneras más complejas.
L: –También nos llamó la atención ver cómo, a diferencia de la ciudad en donde se puede juzgar esa relación gay y a esa chica, en el pueblo ocurre lo contrario. Porque saben que ella lo está haciendo para salir adelante, porque hace lo que tiene que hacer y ya. Y de cierta manera estar con una señora era mucho más suave que estar con un señor, y de hecho ella tiene bastante poder en la relación.
Además, Noelí no se ve a sí misma como ejerciendo la prostitución en ningún momento.
I: –Ella para nada piensa que se está prostituyendo. Piensa que se está constituyendo una relación y sí, por una lado está el abuso de “yo te pido dinero”, pero del otro lado está también el abuso o la utilización de la compañía. Uno se da cuenta de que la gente le da mucho valor al dinero, y los espectadores dicen “que no, que Noelí le robó dinero y tal”, pero también son muy cuestionables los deseos de la señora al pretender llevársela a ella a Francia simplemente por un capricho. De los dos lados es muy cuestionable todo. Esta es totalmente otra visión de cómo relacionarse, y eso te implica pertenecer, y al mismo tiempo no perteneces.
Hay muchos primeros planos sobre el cuerpo y la piel de Geraldine, de su rostro sin maquillaje ni arreglos. ¿Cómo fue trabajar ese retrato corporal de la feminidad y la madurez desde una óptica tan realista?
L: –Se dio de forma muy natural, como que ella no es mucho de maquillarse. Y nosotros tampoco trabajamos con maquilladores, tenemos un equipo muy reducido, y le preguntamos si hacía falta que hubiera una maquilladora, y respondió que “no, por mí no”. Y sabíamos que no iba a haber problema con eso.
I: –Ella disfruta de su edad, de sus arrugas y precisamente eso nos ha servido para construir el personaje, como alguien que está viviendo su vejez de una manera intensa, con gozo. Hay deseo, hay un placer en estar rodeado con juventud. Es muy tonto o muy inocente creer que después de cierta edad se acabaron los deseos.
Leí que Geraldine consideraba “un regalo” hacer su primer papel como lesbiana.
L: –A ella le preguntaban si hacer este papel era difícil, y respondía que cualquier papel era difícil. Estoy actuando, vivo de esto, hago esto y me sale. Se sentía muy a gusto. Ella es una persona muy simple, muy generosa. Y con la actriz que interpreta a Noelí también, siempre mantuvo una relación igual, delante y detrás de cámara. Se cuidaban una a la otra, eran muy afectivas y en cada día de rodaje que pasaba Geraldine estaba más nuevecita.
I: –Geraldine decía que ella aparece en películas manejando un coche, pero que en realidad no sabe manejar y tiene que hacerlo (risas). Ella está muy contenta y su participación fue un regalo para nosotros. Se puso a disposición de la película y lo disfrutó. Y ésa fue la magia.
¿Cómo es la situación actual en República Dominicana con respecto a los temas que tocan en el film?
L: –Los pueblos turísticos como en el que transcurre la película son lugares nuevos, creados. No hay familia, no hay tradición, va gente de todas partes y se junta ahí. Son lugares un poco sin reglas. Con reglas como de sobrevivencia.
I: –Dominicana en el campo es difícil, no hay muchas maneras de conseguir educación, trabajo. Y si tú consigues a un extranjero que te está pagando la vida y eso es lo que hay o te mueres de hambre, adelante. Mientras que en la ciudad sí es más cuestionable, y sí hay una lucha como en otros países de Latinoamérica por los derechos gays, hay otra postura. El film intenta poner temas sobre la mesa y que se hable sin catalogarse todo en un solo sitio, abrir desde una temática. Podemos estar hablando de una relación lésbica o de una relación gay, pero no estamos hablando solamente de eso.
Un beso ha recorrido los principales portales de noticias, no sólo los de deportes: Abby Wambach, la goleadora de la selección de futbol estadounidense, después de la consagración, corre a festejar en los labios de su novia, Sarah Huffman.
¿Qué será lo que llama tanto la atención de este clip brevísimo?
El beso puede ser ostentación pública de afectos, declaración de principios. Robado, furtivo, de despedida, de relax, sello del contrato matrimonial, o vuelta de página de la Historia (como el de la famosísima foto de Alfred Eisenstaedt, que a su manera también ha sido viral: ésa en la que dos amantes celebraban el fin de la Segunda Guerra).
El beso puede ser símbolo de triunfo del amor romántico, pero también de otras conquistas: es con un apretón de bocas entre ganador/a y su acompañante que se festejan para la cámara los galardones.
La nacionalidad de estas dos deportistas enamoradas no es un dato más. Este beso de la victoria vale más que mil palabras no sólo en el contexto deportivo, sino en el de un país que desde el 26 de junio ha ganado puntos en igualdad. In Página 12
A lista dos melhores filmes lésbicos para este ano de 2015, começa com o premiado Carol, adaptado do romance The Price of Salt, escrito por Patricia Highsmith, e dirigido por Todd Haynes.
A jovem Therese Belivet (Rooney Mara) tem um emprego entediante na seção de brinquedos de uma loja de departamentos. Um dia, ela conhece a elegante Carol Aird (Cate Blanchett), uma cliente que busca um presente de Natal para a sua filha.
Carol, recém-divorciada, também não está contente com a sua vida. As duas percebem que têm muito em comum e um romance se desenvolve.
Escrevendo inicialmente sob o pseudônimo de Claire Morgan, Patricia Highsmith criou um romance que aborda uma relação amorosa entre mulheres que, pela primeira vez na literatura, teve um final feliz. Recusado pelo editor norte-americano da escritora, o livro acabou sendo publicado por outra editora com o título de, (só depois ele passaria a ser Carol) e logo se tornou um grande sucesso.
O livro conta a história de Therese Belivet, aspirante a cenógrafa que trabalha como vendedora na seção de bonecas de uma loja de departamentos, e de Carol, uma bela e elegante mulher recém separada e mãe de uma filha que, na época do Natal, em meio à loja lotada, chama atenção de Therese. A vendedora fica hipnotizada por ela: “Alta e clara, com um longo corpo elegante dentro de um casaco de pele folgado (…), seus olhos eram cinzentos, claros e, no entanto, dominadores, como luz ou fogo”.
.
.
Assim começa o romance entre a jovem Therese e Carol. Mas não pense que esta é uma simples história de amor. Patricia Highsmith criou uma trama cheia de aventura, suspense e contornos noir.
Patricia Highsmith teve a ideia de escrever Carol baseada em uma experiência própria: ela se tornou obcecada por uma mulher que viu em uma loja. Leia mais em L&PM Editores
Há dois meses um casal da Carolina do Norte, nos Estados Unidos, divulgou fotos de um ensaio no Instagram.
O que as mamães Melanie Roy e Vanessa Iris Roy não imaginavam é que uma montagem com uma foto lado a lado das duas gestações fosse fazer sucesso na internet e viraria inspiração para outros casais ao ser compartilhada por sites gays.
“É uma loucura ver que as pessoas estavam se referindo à minha família como uma inspiração. Nós ainda estamos em choque”, disse Melanie Roy ao jornal “The Huffington Post”.
Segundo a reportagem publicada pelo jornal, elas esperavam que as fotos servissem de estímulo para outros casais gays.
“Vanessa e eu sempre dissemos que nós duas gostaríamos de engravidar. Esperamos que a nossa imagem seja o sinal do qual algumas mulheres precisam para incentivá-las a engravidar”, disse.
Jejeje. Bueno, pues aquí estamos, ¿no? ¿Hace calor? ¿Tienes frío? ¿Cómo va la temperatura por ahí? Yo te recomendaría que enciendas el ventilador o cualquier dispositivo de aire acondicionado que tengas a mano porque hoy vamos a hacer un listado con algunas de las mejores escenas de sexo lésbico en las películas. Quien avisa no es traidor. Y este post creo que no necesita más introducciones.
Atención: sobra decir que la entrada no está recomendada para a) personas con cardiopatías graves o b) menores (aunque sé que no me vais a hacer ni caso, pero si vienen vuestras madres persiguiéndome con un cuchillo, os juro por lo que más quiero, que es mi esposa, por supuesto, hola, cariño, no te preocupes que yo las escenas no las veré, que no me haré responsable de vuestro florecer lésbico. La culpa se la echaremos a Natalie Portman, ¿trato hecho?).
KYSS MIG
Mia (Ruth Vega) y Frida (Liv Mjönes) se conocen en la fiesta de compromiso de sus padres, pero muy pronto las hermanastras empezarán a tener una relación muy poco fraternal que traerá consecuencias para toda la familia.
HABITACIÓN EN ROMA
Es muy complicado elegir una escena de Room in Rome. Hay tantas… toda la película se podría poner en este post. Pero ahí tienes a Elena Anaya (orgullo patrio) y Natasha Yarovenko, dos atractivas desconocidas que en una noche loca de verano se convertirán en amantes. Si todas las rusas fueran como Natasha…¡Ay, Natasha!
GIA
Creo que si no incluyo aquí a Gia las fans de Angelina Jolie me retiran el saludo para siempre. Que no se diga que no os aprecio:
IF THESE WALLS COULD TALK 2
Michelle Williams es Linda, una estudiante universitaria que comparte casa con sus amigas croquetas allá por 1972. Chloe Sevigny es Amy, una butch de los pies a la cabeza que despierta nuestros instintos más básicos. Aunque Linda es una feminista convencida, no puede negar que se siente atraída por Amy, como bien demuestra la escena que os ponemos a continuación. Y nosotras nos seguiremos preguntando eternamente por qué Chloe Sevigny no decidió quedarse con esa vestimenta para siempre. Se haría un favor a ella y nos lo haría a todas nosotras. Nunca la hemos visto tan atractiva como en esta película.
CHLOE
Amanda Seyfried es Chloe, una misteriosa joven que acaba teniendo un affair con Catherine (Julianne Moore) en una película que nos ha regalado esta escena para deleite de nuestros sentidos. Y por dios santo… Julianne Moore…
Provavelmente não fique tão claro, diante de tantas reviravoltas e tanta tensão, que nos encontramos diante de um filme de amor. Mas a raiz é bem essa: duas amigas de infância se reencontram quando Marie se muda de Paris para Lyon e aluga um quarto na casa de Emma. Aos poucos, sem grande alarde, inicia-se uma atração entre ambas.
O jogo de poder está estabelecido: uma é forte e determinada (lésbica assumida, dona do apartamento e fazendo vezes de colega caridosa), a outra é percebida como uma presa fácil (primeira experiência homossexual, longe de casa, sem amigos por perto). Ela se entrega – veja foto acima, inspirada no muito feminino Gritos e Sussurros de Bergman – e se deixa levar, até o momento em que a amiga se mostra possessiva e evidente demais quanto à relação das duas…
Contar mais seria desnecessário. Basta dizer que o roteiro reserva um trabalho cuidadoso de gradação, e que a obsessão amorosa é percebida como um caminho sem volta. Tudo aumenta, se multiplica e se complica. A dominação entre ambas altera de um pólo para outro, ora equilibrando, ora beirando o insuportável. Como sugere o título, “eu te comeria”, estamos flertando sempre com a ameaça de morte, através da apropriação e destruição.
Enquanto isso, acompanhamos o trabalho inteiramente elaborada para um duo de atrizes (Judith Davis e Isild Le Besco, memoráveis) que passam pelo menos metade da narrativa trancafiadas em casa, se cruzando e se atiçando pelos cômodos e corredores. A idéia de lesbianismo delicado é substituída pela agressividade que se confere nos diálogos, na montagem e na trilha sonora.
Para muitos críticos, as referências à Hitchcock e Lynch seriam excessivas. Talvez haja de fato elementos em comum com o suspense e o desejo trabalhados por esses diretores, mas a diretora estreante Sophie Laloy faz um trabalho um tanto pessoal e sem concessões; ao ponto da intensidade de suas ações crescem tanto que chegam a atingir o cômico involuntário. Ora, como parar uma narrativa baseada sempre no acréscimo linear? Com um final “ejaculatório”, já diria um teórico.
Pois a catarse em questão tem que ser sempre um elemento externo que venha quebrar o ciclo. Morte, separação forçada e doença são alguns dos elementos possíves. A história opta por uma dessas saídas, num momento em que –talvez com certo alívio para o espectador – presencia-se finalmente a separação entre ambas.
Certo, talvez falte experiência à diretora (algo óbvio a criticar num primeiro filme), e principalmente as cenas finais são filmadas numa maneira quase precária em termos de montagem e enquadramento. Isso não impede que, em todo o trabalho que antecede esse desfecho, estabeleça-se uma interessante mostra de gradação e ritmo, além de uma visão da homossexualidade particularmente naturalista (se há algo de doentio aqui, é o grau do envolvimento e não os elementos envolvidos). Bem-vindas as primeiras experiências que não têm medo justamente de experimentar e testar limites.
Je Te Mangerais (2009)
Filme francês dirigido por Sophie Laloy.
Com Judith Davis, Isild Le Besco, Johan Libéreau.
Hay una cosa que distingue al común de los mortales de los famosos. Bueno, hay muchas cosas. Así, de entrada, se me ocurre el dinero, la fama, el poder, ese coche que siempre has querido comprar pero no puedes, las mansiones… y un largo etcétera que no voy a listar porque no quiero deprimiros. Sin embargo, por encima de toooodas estas cosas, hay una que es todavía más importante. Y es que cuando sales del armario por primera vez, tú estás nerviosa. Piensas, alma de cántaro, que esa va a ser tu primera y única vez, porque a partir de ese momento ya todo el mundo sabrá tu orientación sexual y podrás darle carpetazo al tema. Y yo solo tengo algo que decirte al respecto: ERROOOR.
Es un error pensar así, entre otras cosas porque a lo largo de tu vida vas a tener que salir del armario no una, sino mil veces, sobre todo si eres de las que juega al despiste y parece totalmente heterosexual. Cada vez que conozcas a alguien nuevo, en el instituto, en la universidad, en el trabajo, vas a tener que salir del armario —sí, OTRA vez—, y te pasarás haciéndolo hasta que acabes en una residencia de ancianos, con la dentadura postiza y rodeada de adorables abueletas.
Pero los famosos no. Ellos solamente tienen que hacerlo una vez. Cuentan con ese privilegio, entre muchos otros. Lo dirán una vez, solo una, y a partir de entonces no tendrán que repetirlo ya nunca más. Sí, qué le vamos a hacer, amiga. La vida es dura. Ellos tienen fama y dinero, pero tú tienes a tu adorable novia; consuélate con ello.
Elena Anaya
Por eso es tan importante para las celebrities escoger bien el momento y el canal adecuado para gritar a los cuatro vientos eso de ME GUSTAN LAS MUJERES, ¿Y QUÉ? Así que hoy te vamos a contar cómo lo hicieron algunas de ellas, para que veas que maneras hay tantas como peces en el mar. Allá vamos. Leer más, ver fotos e videos
Heather Matarazzo
Ellen Page
Durante estos días tan festivos, la actriz Ellen Page, a quien tenemos infinitas ganas de ver junto a Julianne Moore en Freeheld, se ha ido a hacer un viajecito por Brasil, para comprobar de primera mano si los carnavales son tan divertidos como parecen por televisión, y de paso rodar un documental con Rio de fondo. Ahí, ha concedido una mini entrevista a una reportera que le ha hecho las preguntas que todas, sí, incluida tú, queríamos saber.
El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid presenta ‘Paul Delvaux: paseo por el amor y la muerte’, una exposición para admirar la iconografía de mujeres tumbadas, edificios de corte clásico, trenes y esqueletos que aparecen una y otra vez en la obra del artista